Un joven con discapacidad
intelectual va a obtener por primera vez en Navarra un Certificado de
Profesionalidad en un curso abierto de Formación para Desempleados. Tras quedar
incluido en un proceso de selección normalizado, el Ayuntamiento de Pamplona puso
los medios para adaptar los contenidos a su perfil.
Este joven, con síndrome de Down,
terminará esta semana su formación teórica y práctica. En concreto, a lo largo
de los últimos seis meses, Iker San Miguel se ha estado capacitando como
Auxiliar en viveros, jardines y centros de jardinería.
Esto ha sido posible, según ha
destacado el Ayuntamiento en un comunicado, gracias a su esfuerzo, al apoyo de
los otros compañeros de curso, que han valorado muy positivamente la
experiencia, y a la labor de sus monitoras: la de jardinería, María José Moreno
y la de apoyo, Manaik Riviere.
Desde el Programa de Formación para
el Empleo del Ayuntamiento de Pamplona se realizó un proceso de selección de 20
candidatos para ese curso de formación, conforme a un baremo único. Hubo 80
solicitudes el mismo día en que se abrió el plazo de inscripción y, en la lista
obtenida tras las valoraciones, San Miguel quedó el número 17.
Los cursos de Formación para
Desempleados se realizan en colaboración con el Servicio Navarro de Empleo.
Este tipo de acciones pretenden la formación ocupacional para personas en
desempleo en pro de su inserción laboral y el Ayuntamiento de Pamplona, como
centro de formación acreditado por el SNE, puede impartir formación vinculada a
la obtención de Certificados de Profesionalidad.
Lo primero para permitir el acceso
de San Miguel a este curso fue preparar material adecuado y hacer la adaptación
curricular. María José Moreno, la monitora de jardinería, usando de apoyo
material en préstamo del CREENA, el Colegio El Molino y el Instituto de F.P.
Agroforestal, comenzó a preparar fichas específicas para el alumno. El
Consistorio contrató, además, a una monitora de apoyo -Manaik Riviere- con
experiencia en docencia y discapacidad intelectual, y a partir de ahí se inició
el proceso.
El alumno, como el resto de sus
compañeros, comenzó en septiembre la formación teórico práctica que, hasta el
28 de noviembre, le supuso dedicar 5 horas diarias a estos contenidos en el
Centro de Formación Municipal Casa Irujo (Vuelta de Aranzadi). Las pruebas de
evaluación se adaptaron a sus necesidades, siempre garantizando la adquisición
por el alumno de los conocimientos mínimos, y de hecho fueron haciéndose más
complejas en su formulación a lo largo del proceso.
PRÁCTICAS EN LOS VIVEROS MUNICIPALES
Tras superar los módulos, incluyendo
trabajos grupales y la confección de un herbario, se requería para poder
obtener el Certificado de Profesionalidad que acredite su cualificación la
realización de 80 horas de prácticas, que terminan este viernes y que, en
concreto Iker San Miguel, está haciendo en los viveros municipales.
El trabajo práctico ha requerido
menos trabajo de adaptación porque el alumno tenía adquiridas las destrezas
mínimas necesarias, gracias a sus estudios previos en el Instituto de F.P.
Agroforestal y las prácticas realizadas a lo largo de los tres meses de curso.
De hecho actualmente San Miguel compatibiliza sus prácticas en el vivero con un
trabajo a media jornada en otra institución.
El alumnado que participa en estos
cursos obtiene un Certificado de Profesionalidad de nivel 1 que habilita para
trabajar como peón de horticultura, jardinería, agrícola, viveros y centros de
jardinería. Además, a los participantes se les imparte como complemento a sus
conocimientos, formación en búsqueda activa de empleo, atención al cliente y
autoempleo.
Desde ese punto de vista Iker San
Miguel ha conseguido acceder a un nivel de formación y a unas posibilidades de
inserción que, hasta ahora, no estaban habilitadas para personas con su perfil.
Según lo expresado por el resto del
grupo, sus compañeros se han visto enriquecidos por la experiencia de convivir
con una persona con un sistema de aprendizaje distinto, les ha ayudado a perder
el miedo al trato cotidiano con alguien diferente y a una mejor aceptación de
la diversidad social.
Finalmente para el Consistorio la
experiencia sobrevenida de este proceso de selección-formación ha supuesto
"un paso de flexibilización de criterios y de adaptación de metodologías,
que a tenor de los resultados, podría prolongarse y extenderse en el tiempo y
en diversos ámbitos de actuación". "La idea final es que este proceso
puede considerarse como un paso adelante en favor de un mejor aprovechamiento
de las capacidades y aptitudes de todos los ciudadanos", ha añadido.
Fuente: Diario de Navarra