La
Fundación Tutelar Navarra (FUTUNA), creada por ANFAS en 1988 para apoyar a las
personas más vulnerables, aquellas que además de tener una discapacidad carecen
de un apoyo familiar, ha realizado hoy un llamamiento para solicitar fondos a
través de tres representantes de la entidad: Ramón Loitegui, Ignacio Recondo y
Manuel Goicoechea.
La institución, declarada
de interés social por el Gobierno de Navarra, está formada por 66 voluntarios y
tres profesionales (psicóloga, trabajadora social y administrativa) a media
jornada. En estos momentos se ocupa de 44 personas con discapacidad
intelectual, cuya capacidad ha sido modificada judicialmente, ofreciendo la
protección y apoyo necesarios, adoptando todas las decisiones precisas, que les
conduzcan a un adecuado gobierno de sus vidas y al ejercicio de sus derechos,
de acuerdo con la Convención sobre los derechos de las personas con
discapacidad, y con el modelo de tutela que compartimos con la Asociación Española
de Fundaciones Tutelares. En dicho modelo se cuenta con el apoyo de voluntarios tutelares que establecen un
vínculo emocional estable con cada persona tutelada, convirtiéndose en la
referencia familiar que todos necesitamos.
Con un patrimonio
fundacional de 12.000 euros, aportado por ANFAS en 1988, y mientras contaba con
pocas tutelas y sólo con voluntarios, se fue generando un patrimonio que
garantizase el funcionamiento de la entidad. Desde el año 2003 hasta diciembre
de 2012, la fundación ha acumulado unas pérdidas de 79.881 €, como se refleja
en tabla adjunta, y actualmente está comprometido ése patrimonio y el futuro de
la entidad.
FUTUNA ha presentado
proyectos a diferentes convocatorias de subvenciones, tanto de entidades
públicas como privadas, pero la cantidad que se ha venido recibiendo, como
apoyo a programas, ha ido disminuyendo de forma muy importante. En 2012 la
institución sólo recibió de la Agencia Navarra para la Autonomía de las
Personas 1.756 euros, para un presupuesto total de 62.000 euros.
En estos últimos años
se han mantenido reuniones con los responsables de la política social de
Navarra del ámbito foral y municipal para explicar el modelo y los costes de
funcionamiento de esta institución. En todos los casos les ha parecido importante
e interesante lo que la fundación aporta a la vida de los tutelados y a la
sociedad navarra en general. Pero esta buena voluntad no se traduce después en
el apoyo económico que la haga sostenible, porque para garantizar la
continuidad de la entidad es necesario contar con una fuente de financiación
estable.
A pesar de que el
Parlamento, tras la reunión de trabajo que se mantuvo el pasado noviembre,
acordó por unanimidad instar al Gobierno de Navarra para que se firmara un
convenio con la fundación, cuando tras varias reuniones se ha presentado una
propuesta de convenio con la Agencia Navarra para la Autonomía de las Personas,
la respuesta recibida ha sido que no hay dinero.
Ante este escenario, Ignacio
Recondo, tesorero de FUTUNA, ha señalado que “la Junta de Patronato de la
Fundación ha adoptado el acuerdo de suspender la aceptación de nuevas tutelas
hasta que esta situación no se solucione”, porque ni siquiera puede garantizar
la continuidad de las 44 que ya se están desempeñando actualmente.
Ramón Loitegui,
presidente de FUTUNA, ha lamentado que “justamente el año en que la institución
celebra su 25 aniversario pueda tener que dejar de prestar un apoyo tan básico e
inexcusable como es la función tutelar, cuando cuenta con el valor añadido de
los voluntarios, que aportan tantas horas, cariño y respaldo con una labor
importante y reconocida de forma
general”.
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