El nuevo director gerente de la Agencia Navarra para la
Dependencia, Mariano Oto Vinués, ha anunciado que el Gobierno foral pretende
incrementar el número de plazas residenciales de precio público sin recurrir a
las ayudas que ahora está obligado a pagar por cada plaza privada ante la falta
de conciertos y de centros propios. "El objetivo para 2013 es contar con
más plazas públicas", destacó Oto coincidiendo con el debate sobre la
aplicación de la reforma de la ley estatal de la dependencia. Los casi seis millones
que el Gobierno de Navarra deja de percibir del Estado en materia de
dependencia no van a repercutir, aseguró, en las prestaciones garantizadas
(mismo presupuesto) ni en los Centros Especiales de Empleo o las subvenciones a
las asociaciones y programas de discapacidad, sino que habrá una rebaja de los
gastos corrientes del departamento e infraestructuras. "De hecho, el
presupuesto del 2013 será ligeramente superior aunque no se contemplan obras de
mejora en los centros", apostilló. Asimismo, añadió que las residencias
municipales son en la actualidad las que más dificultades tienen para ocupar la
totalidad de sus plazas, especialmente en zonas rurales, y donde se van a
propiciar por tanto los nuevos conciertos.
En este momento existen en Navarra 2.804 plazas denominadas
"públicas" de las que 2.095 son plazas concertadas (1.753 de mayores
y 342 de discapacidad) -tanto en centros privados como en residencias
municipales-, y otras 988 plazas en centros privados que el Gobierno paga como
PVS (Prestación Vinculada al Servicio), es decir, un dinero que abona a las
familias cuando no puede garantizar una plaza pública. "Y si una persona
dependiente tiene derecho a un plaza pública garantizada le vamos a dar esa opción",
apostilló.
Las tarifas públicas y concertadas que paga el ciudadano
seguirán siendo las mismas, ahora bien, se ha previsto "cambiar el modelo
de concertación porque hay usuarios recibiendo los mismos servicios, en el
mismo centro, pero no paga lo mismo, y es lo que hay que eliminar". Del
mismo modo, tampoco el Gobierno paga lo mismo a todas las residencias (el
concierto se abona directamente a los centros) porque va "en función de
los servicios recibidos por el usuario y de la negociación individual con cada
centro". De medio son 2.300 euros mensuales lo que cuesta al Ejecutivo
foral una plaza pero hay residencias que manejan precios de hasta 4.000 euros.
Hay que redistribuir y evitar injusticias", remarca. "Hemos
observado, por ejemplo, que se paga más a un Gran Dependiente que a un Severo
que tiene mayor movilidad cuando en realidad tiene menos requerimientos de
cuidado y está encamado... Se está haciendo un estudio con todas las
residencias, más de 70, para determinar los cuidados que realizan y de ahí saldrá
el nuevo sistema", indicó.
Residencias públicas son el Vergel, Santo Domingo, San José
y San Francisco Javier, y en discapacidad Las Hayas, la Atalaya (Tudela),
Oncineda (Estella) y Valle de Roncal; y todos estos centros tienen centro de
día. Los precios de estas plazas no se van a modificar, y tampoco las
concertadas a partir del próximo año. Destaca además que la nueva Orden Foral
que entrará en vigor a partir de 2013 no afectará a los precios que ahora pagan
las personas que reciben una Prestación Vinculada al Servicio. En concreto, son
988 las plazas privadas que se financian bajo esta fórmula de las cuales el
grueso, 931, corresponden a residencias y, el resto, a centros día. "A los
que ya están en residencia no les afectará el cambio y tampoco a los que se
está valorando porque, aunque los seis niveles de dependencia ahora quedan
agrupados en tres grados (Gran Dependiente, Severo y Modero), tengo en cuenta
su puntuación anterior y les asigno la ayuda según las tablas de antes",
aclaró en relación al último borrador. En cambio, sí quedan afectados por los
cambios aquellas personas que se incorporen al sistema a partir de la
publicación de la norma. No obstante, aclara que hasta que no se publique otra
normativa con los nuevos precios públicos "no se sabrá lo que realmente
tendrán que pagar los nuevos demandantes de PVS pero la idea es que afecte a
las rentas más altas y haya más ayudas para las altas". En principio, en
los servicios residenciales (borrador de la Orden Foral sobre PVS) se fija un
pago mensual máximo de 1.482,37 euros para servicios residenciales y de 762,90
euros para servicios de atención diurna cuando, hasta ahora, los topes eran de
1.743,96 euros para centros residenciales (para residencias de 4.000 euros) y
de 897,54 para centros de día. El que más empeora su situación es el que era
Severo nivel 2 ya que verá reducida su aportación en casi un 40%, mientras que
mejora el Severo nivel 1 al subir un 26% en el máximo.
En el caso de los centros de día, los Grandes Dependientes y
Severos sufren un ajuste de un 15% en máximos, mientras que, en mínimos, cae un
25% la aportación para el Gran Dependiente nivel 2, se queda igual el de nivel
1 y el Severo 2, y mejora un 13% el Severo nivel 1. Asimismo, los Moderados
seguirán teniendo, como ahora, acceso a atención diurna, en el caso de
trastornos mentales y discapacidad o dependientes sociales, aunque "no
tengan derecho".
AYUDAS ECONÓMICAS
Las ayudas económicas para atender a personas en domicilio
(5.836) que paga Navarra son, según Oto, un 40% más altas que en el Estado y,
al reducir en un 15% la aportación de Madrid en máximos y mínimos la rebaja
real sería del 40% al 60%, lo que se descarta y se plantea una subida media del
8,68%. El departamento estudia, tras consultar con los colectivos de la
discapacidad y tercera edad, modificar la nueva Orden Foral -en fase de
borrador- de manera que la subida media de un 8,68% no afecte tanto a las
rentas más bajas. Las cuantías máximas y mínimas no se tocan pero sí el reparto
interno lo que depende del nivel de renta. Así, excepto el tramo primero de los
once previstos (menos del IPREM, 532,51 euros al mes), a las personas que ganan
de 1 a 1,35 veces el IPREM, se les aplicaba una reducción del 15% sobre el
máximo en la reforma inicial. La nueva orden recogerá otra baremación que
tendrá en cuenta "esta sugerencia", advirtió Oto. En Navarra hay
11.538 personas con prestaciones como dependientes y, según Oto, no hay lista
de espera salvo en centros ocupacionales.
Fuente: Diario de Noticias