Como consecuencia de los recortes en educación se ha
iniciado el nuevo curso entre preocupación y protestas. La toma de medidas cuya
aplicación se ha justificado por la coyuntura económica actual, en ningún caso
debe suponer la vulneración del derecho a la educación inclusiva de los niños y
niñas con necesidades educativas especiales. Ante esta realidad, FEAPS recuerda
a los poderes públicos que la escuela debe incluir a todo el alumnado, sin
importar cuales sean sus necesidades de apoyo, como derecho irrenunciable
recogido en la Convención de la ONU de los Derechos de las Personas con
Discapacidad. “Nos enfrentamos a una situación grave e inadmisible. Los
recortes en estos derechos supondrían un quebranto de la legalidad”, puntualiza
el Foro de Presidente de la Confederación.
Las políticas económicas en el ámbito educativo se concretan
en la ampliación del número de alumnos por aula, (en el Real Decreto Ley, de 20
de abril, de medidas urgentes de racionalización del gasto público se produce
una ampliación del número máximo de alumnos por aula en un 20%), lo que
previsiblemente redundará de forma negativa en la atención al alumnado con
necesidades educativas especiales, grupo en el que se encuentran las personas
con discapacidad intelectual o del desarrollo.
Además, se suman los recortes en las Comunidades Autónomas
tanto en los servicios de orientación psicopedagógica como en los profesionales
que prestan el apoyo especializado.
En pleno inicio del curso, tal como recogen distintos medios
de comunicación, la mayoría de padres de alumnos todavía no ha podido solicitar
ni las becas para libros ni las ayudas al comedor. Las pocas que han sido
convocadas, sufren recortes de hasta un 75%, como es el caso de las becas para
adquisición de libros.
Todos estos recortes suponen una discriminación hacia el
alumnado con necesidades educativas especiales. Las personas con discapacidad
intelectual que no reciben apoyos en la escuela, tendrán un riesgo
significativamente mayor de sufrir fracaso escolar y, consecuentemente, sus
posibilidades y oportunidades de inclusión social serán menores.
La educación es hoy más que nunca una urgencia para la
construcción de una sociedad que tenga en la justicia y la solidaridad sus
pilares de crecimiento. No vale cualquier educación para ello.
“En FEAPS, la educación que queremos es una educación
centrada en los proyectos de vida singulares de cada alumno y en su
contribución valiosa a la construcción de una sociedad mejor, donde el
bienestar personal y social y la cohesión social sean las marcas de identidad”.
En el año 2008 FEAPS realizó un estudio que puso de relieve
que el sobre esfuerzo económico a realizar por las familias con una persona con
discapacidad intelectual o del desarrollo rondaba los 30.000 euros anuales.
“Las medidas de recorte que se están tomando, vienen a sumarse a la situación
de partida de estas familias, lo que les pone en circunstancias de clara
desventaja en su bienestar familiar y personal”, lamentan los responsables de
la Confederación.
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